google5b980c9aeebc919d.html

jueves, 3 de noviembre de 2016

OBRAS DE AUTORES PATAGÓNICOS




COMENTARIO DE UN LIBRO RECIENTEMENTE APARECIDO
“FUEGO DE LEÑA MENUDA” DE HUGO COVARO (*)



Los relatos de “Fuego de leña menuda”, la última creación del escritor comodorense Hugo Covaro, son, precisamente, como esos trozos de leñita que se arriman al fogón para mantenerlo encendido mientras se calienta una pava tiznada de hollín que preludia el mate; o por tenerlo prendido, nomás, entibiando e iluminando en una noche obscura y fría, una conversación de amigos o aparceros. O, tal vez, conservar su lumbre tan sólo para contemplarlo; y adivinar entre sus llamas las escenas de recuerdos del pasado o proyectos del futuro, entretanto las astillas y las ramas pequeñas que lo alimentan recorren su camino irreversible hasta transformarse en cenizas y confundirse con el polvo de la meseta.

En veintitrés narraciones, casi todas ambientadas en la Patagonia profunda de la estepa, el autor persigue las huellas de jinetes que se quedan a pie en medio de la nevada, escucha las conversaciones sobre bueyes perdidos entre solitarios que matan el tedio en un boliche, atisba las visiones oníricas que invocan aparecidos e intuye la presencia de sombras transitando los pedregales, las sendas y los rieles abandonados. Algunos de esos cuentos, de tono más ligero, incluyendo los dos que no están ambientados en la región, hablan de chicos que quieren volar, de tragicómicos vividores, de pícaros gorrones, de contadores y cuenteros.

No se detendrá este comentario en cada una de las historias, para que el placer del lector al descubrirlos por sus propios ojos sea mayor. Tan sólo, a modo de ejemplo, expondrá la amenidad y calidad literaria del estilo de Covaro presentando algunos párrafos entresacados de los diversos escritos del volumen. Como este, que pertenece a “Alero de los pilquines”: “El camino –por donde pasa el apuro de la gente– no está lejos. Cañadón arriba se intuye una región oculta a la mirada del viajero delimitado por extrañas formaciones de rocas sedimentarias, areniscas de impensados colores. Entre dos lagos, el escarpado sendero viborea hacia la cima del promontorio despertando el letargo del guijarral dormido”.

O este otro, tomado de “Iájau Kaptúen”: “En las casas, sencillas personas de ingenua presencia, ven trepar un humo lacio de lana cardada de la cocina, que desaparecerá apenas las altas serranías levanten al firmamento del atardecer un dorado pelaje de puma. En el patio, domesticado solar, una vieja herradura de caballo anunciará la buenaventura para los recién llegados, con los siete agujeros de la buena suerte, sujeta por siete clavos de luz a la esperanza de los crédulos.”

Y aún un tercero, proveniente de “La zorra de Escalante”: “Ayer, sin ir más lejos, apenas se arremangaron las sombras para dejar parir al día un sol enorme y amarillo, una zorra con dos ferroviarios pasó silenciosa por el andén aun dormido. Iban ocupados en el vigoroso subibaja que los transportaba. Dos obscuras siluetas que parecían cantar y reír de cara a la brisa fresca del amanecer, hasta que al llegar a la primera curva que hacen las vías, la sombra bruna de la barranca se las tragó enteras.”

Un prólogo del autor explicando el sentido y el “por qué” de este conjunto de sucedidos, y trayendo la imagen patética de la horda humana de los tiempos primitivos refugiándose del terror y la gelidez nocturna en torno de una fogata, nos introduce en la obra; la que culmina, como es habitual, en un vocabulario para facilitar la comprensión del texto. El léxico siempre agrega unos términos que contribuyen a conocer más la región. En el caso del glosario que corresponde a este libro, hay una definición cuyo significado podrá tal vez sorprender a un lector futuro; para bien o para mal: “Colhue Huapi: lago actualmente seco, que servía de desaguadero al Lago Muster.”

El tomo fue publicado por la Editorial Universitaria de La Plata. La excelente fotografía de la tapa, que refleja en forma precisa el sentido del rótulo del ejemplar, es de Miguel Escobar Ruiz; en tanto la correctora fue Marisa Fernández.

Al recorrer su vasta creación, se puede concluir que Covaro presenta en los títulos de sus libros una visión alquímica de la Patagonia. La zona se vislumbra a través del prisma de los cuatro elementos esenciales de la crisopeya: el Aire, en “Memorias del viento” y “Nada ocurre antes que el viento”; el Agua, con “Pequeñas historias marineras”; la Tierra, en “Episodios de las Arenas” y “Luna de los salares”; y el Fuego, con “Los dueños del Fuego” y ahora este nuevo volumen que refiere a la ígnea substancia. Esta visión multidimensional, que permite inferir la diversidad cultural y geográfica del territorio, transforma al autor en un profundo intérprete de la región y en un referente ineludible al hablar de la Literatura Patagónica.

Es de desear que su pluma continúe rebuscando en los rincones de la memoria y la imaginación; y pronto dé a luz nuevos libros que sigan engrosando el corpus literario sureño con sus letras plásticas y sentidas. Mientras tanto, los lectores tendrán el placer de arrimarse al rescoldo, y al calor y la luz del fuego que crepita y aromatiza el ambiente con el acogedor olor de la leña quemada, podrán sumergirse en estos relatos; escritos para ser disfrutados por quienes gustan de las buenas letras.

J.E.L.V.



(*) “Fuego de Leña Menuda”. Hugo Covaro. La Plata. Editorial Universitaria de La Plata, 2016.


lunes, 31 de octubre de 2016

LOS POEMAS DE HOY

POEMAS GANADORES DEL EISTEDDFOD DEL CHUBUT 2016


Premio Medalla de Plata- Asociación San David de Trelew




CATHRIN


He llegado a la tierra de esperanzas
y te escribo mamá sobre la arena
todo es gris como el sol de mi nostalgia
pero cruel es la tos que no me deja
en mi sueño de espigas y manzanas
hay un río cruzando la meseta
donde el beso de Dios sobre sus aguas
va regando un bautizo de cosechas...

Y la carta se queda sin palabras
como un rezo sin voz entre las piedras
como oleajes antiguos que en la playa
van dejando sus lágrimas eternas

En revuelta de dunas y de matas
cede un foso cavado en la ribera
descubriendo una historia sepultada
en el tiempo inmigrante de Las Cuevas

De la hondura profana de la pala
surge un hueso entre el polvo de madera
un botón desolado y una alianza...
(inconcluso mensaje de la esquela)

Y aquel sueño de espigas y manzanas
se hizo fruto y harina en esta tierra
donde un himno lejano de esperanzas
vuelve el nombre de Cathrin en la piedra.


Seudónimo: Sur


Arié Lloyd de Lewis de Trelew




     Premio Corona de Plata - Municipalidad de Trelew




PARICIÓN



Invadida de poesía
del afuera y del adentro
sube la palabra
sube desde el aljibe de mi alma
se remansa por el cántaro del cuerpo
busca colores y sonidos
y el aroma de lo horneado
en mi corazón henchido de existencias.
No hay cauce lineal
no hay puerto que la despida o la reciba.
Solo se acuna hasta aletear
y se desentraña en la mirada
con la poesía del afuera y del adentro.
La mano traza el vértigo acompasado de silencios
y se torna trasparente hasta ser voz en el poema.
La escucho en el relámpago del cáliz
abriéndose en mil pétalos blancos.
La poesía del afuera crecida en el adentro
fluye renacida


Cecilia Glanzmann - Trelew

jueves, 27 de octubre de 2016

EL POEMA DE HOY




POEMA VII

Por Elena Paso (*)



¿Dónde estás madre? ¿dónde tu palabra?
levanto piedras en el desierto
y solo encuentro tierra yerma
quiero contar a los nuestros
y allende fronteras 
que soy libre

orfandad ancestral
tal vez más al sur




(*) Escritora de General Roca. Este poema se tomó de su libro “Aroma del silencio”, actualmente en edición.

Nota: La autora además ha publicado en CD hace poco tiempo libros de poesía para niños, que están siendo empleados por docentes en Río Negro, Mar del Plata y otros lugares. Quienes lo deseen, pueden bajarlos de la red del CURZA de la Universidad del Comahue; o solicitarlo a la autora.